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domingo, 12 de febrero de 2012

EL PODER DE LA ESPOSA QUE ORA



Queria compartir con mis hermanas amadas en Cristo cuan poder tenemos nosotras al orar y porque tenemos poder .....

Las oraciones de la esposa por su esposo tienen un efecto muyo mayor sobre él que las de cualquier otra persona, aún su madre. (Lo siento, mamá). Las oraciones de una madre por un hijo, en realidad son fervorosas, pero cuando un hombre se casa, deja a su padre y a su madre y se vuelve uno con su mujer (Mateo 19:5). Ellos son un equipo, una unidad, unidos en espíritu. La fortaleza de un hombre y su esposa, unidos en la presencia de Dios es mucho mayor que la suma de fuerzas de cada uno de ellos de forma individual. Esto es porque el Espíritu Santo les une y añade poder a sus oraciones.

Por eso es que hay tanto en juego si no oramos. ¿Pues imagínate orar por el lado derecho de su cuerpo y no por el izquierdo? Si el lado derecho no está sostenido y protegido y se cae, va a traer consigo al lado izquierdo. Lo mismo sucede entre tu esposo y tú. Si oras por ti y por él no, nunca encontrarás las bendiciones que deseas y el cumplimiento de ellas. Lo que suceda a él, te sucede a ti y no puedes evitarlo.

Esta unidad nos da un poder que al enemigo no le gusta. Debido a esto él busca la manera de debilitarla. Él nos da cualquier cosa que nos haga caer, ya sea autoestima baja, orgullo, la necesidad de tener la razón, mala comunicación o rendirnos a nuestros deseos egoístas. Él te dirá mentiras como "Nada va cambiar nunca". "Tus fracasos son irreparables". "No hay esperanza para la reconciliación". "Tú vas a ser más feliz con otra persona". "Él te va decir lo que tú quieras creer, porque él sabe que si puede hacer que tú lo creas, no existe futuro para tu matrimonio. Si crees suficientes mentiras, con el tiempo tu corazón se endurecerá en contra de la verdad de Dios.

En cada matrimonio roto, hay por lo menos una persona cuyo corazón está endurecido contra Dios. Cuando el corazón se endurece no hay visión de la perspectiva de Dios. Cuando somos desdichados en el matrimonio, sentimos que cualquier cosa será mejor que lo que estamos experimentando. Pero no vemos toda la imagen. Sólo vemos la forma en que está, no la forma en que Dios desea que esté. Sin embargo, cuando oramos nuestros corazones se vuelven suaves para Dios y recibimos una visión. Vemos que hay esperanza. Tenemos la fe de que Él restaurará todo lo que ha sido devorado, destruido y comido del matrimonio. "Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros"(Joel 2:25). Nosotros podemos confiar en que Él se llevará el dolor, la desesperanza, la dureza y la falta de perdón. Somos capaces de ver su habilidad para resucitar el amor y la vida de los lugares muertos.

Imagínese el gozo de María Magdalena cuando fue a la tumba de Jesús, la mañana siguiente, después que él había sido crucificado, y encontró que Él no estaba, después de todo, muerto; sino que había sido resucitado por el poder de Dios. El gozo de ver que algo muerto, sin esperanza, es traído a la vida, es el gozo mayor que podemos conocer. El poder que resucitó a Jesús es el mismo poder que resucitará lo que está muerto en tu matrimonio y podrán vida de nuevo en ello. "Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder" (1Corintios 6:14). Es el único poder que puede hacerlo. Pero esto no sucede sin corazón para Dios que esté dispuesto a luchar en oración, crecer durante los tiempos difíciles y esperar por el amor que sea resucitado. Tenemos que pasar por el dolor para llegar al gozo....

QUE EL DIOS DE AMOR LES DE LA PAZ QUE SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO MIENTRAS PASAN LOS QUEBRANTOS, SABIENDO QUE LA GLORIA POSTRERA VA SER MAYOR QUE LA PRIMERA... CON TODO MI CARIÑO

NILDA DE ORTIZ.-

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