Mucho se habla hoy en día, del castigo físico hacia los niños, hay muchos a favor y otros en contra. Y no es mi deseo entrar en temas en los que no se llega a un acuerdo, pero si es de mi interés el castigo físico y sobretodo en el que se utiliza un instrumento como este.
Pueden sacarme pasajes de la Biblia, textos completos de psicólogos, pedagogos, psicopedagogos, etc…, pero nunca estaré de acuerdo con que se castigue a los niños (as), con estos objetos.
Para quienes lo utilizan todavía hoy en día, estoy casi segura que si castiga así a sus hijos es porque lo aprendió de sus padres, y me gustaría que usted mismo se ponga en los zapatos de sus hijos, cuando sacas la faja o correa, es uno de los castigos más crueles y salvajes que todavía hoy en día se practica.
No logro entender, cómo personas que experimentaron lo horrible que es este medio de castigo, sean tan crueles de aplicarlo a sus propios hijos, a quienes se supone aman y desean lo mejor.
El castigo con faja o correa degrada al niño, lo humilla, frustra, genera sentimientos de odio e ira contra su papá o mamá, además de las marcas físicas que al tiempo se borran pero y las del alma y el corazón.
Qué logramos al castigar así a los niños?:
1. Que le tengan miedo al objeto, porque pegándoles con esto no vamos a lograr que haya cambios de conducta permanentes, así que únicamente hará lo que se le pida cuando vea la faja.
2. Que no respete nuestra palabra como autoridad, no entenderá que un simple NO se debe respetar, sino esperará hasta ver la correa.
3. Que empiece a odiar y a burlar a los padres, porque quién puede amar y respetar a un verdugo?
Si usted, utiliza este medio de castigo, le suplico que piense, que trate de volver a su niñez, y recuerde los sentimientos que le generaba a usted, y los que siente hoy en día después de que le castigaran así.
Enseñe a sus hijos a que lo respeten sin tener que atemorizarlos.
El respeto se gana no se impone.
Andrea Carrillo
Muchas gracias a los padres que han dejado su comentario, sobre el tema del Uso de la faja.
Es muy normal que tengamos dudas de cómo castigar a los hijos y de querer mejorar en este aspecto.
Uno de los puntos más importantes que debemos entender, es que nuestros hijos e hijas son NIÑOS, que están descubriendo el mundo que les rodea, pero también están descubriendo, hasta dónde pueden llegar en límites y por ende las consecuencias.
Aquí hay varias ideas o pasos que podemos poner en práctica, por favor recuerde que cada caso es diferente, que cada niño, tiene maneras distintas de aprender, pero son pasos muy básicos, que en una sociedad normal funciona entre adultos, entonces por qué no puede funcionar en nuestras familias.
1. Indicaciones claras y concisas:
Cuando usted esta en su trabajo y le encomiendan una tarea, que es lo más importante para poder iniciar el desarrollo del proyecto, sea lo que sea? R/ Las indicaciones o pautas por seguir.
Así es, si no recíbimos bien las indicaciones, y no sabemos que es lo que nuestro jefe quiere que se haga, por supuesto vamos a fracasar, al igual que si fuera un trabajo en la Universidad. Para poder tener éxito en una tarea X, debemos recibir claramente lo que nos están pidiendo.
Bueno, lo mismo sucede con nuestros hijos (as), necesitan escuchar indicaciones claras, concisas. Qué los ayuden a realizar tareas en casa, conductas en la escuela, comportamiento en el supermercado, todo aquello que le enseñe lo que esperamos de ellos.
2. Respetuosa.
Ahora, cuando su jefe le da estas indicaciones, usted espera que sean claras pero también que sea de manera respetuosa. Bueno lo mismo paso con los niños, no hay porque gritarles para que lo hagan, enséñeles o pídale lo que usted quiere o necesita sin gritos, sin ofender, sin lastimar.
Cuando su superior lo trata de manera respetuosa y amable, cualquier trabajo que le pida, usted tratará de hacerlo, lo antes posible y lo mejor. Lo mismo pasa con los niños, pída las cosas de buena forma y recibirá resultados rápidos y de calidad. Pero si su jefe pide todo altaneramente, a gritos y faltándole el respeto, ¿cuál sería su actitud?
3. Cómo quiera que me traten…
Si ha usted le molesta que lo traten mal, entonces no haga lo que no le gusta que le hagan. Aquí aplica la manera en que nuestros padres nos educaron.
La mayoría de las personas que me han escrito, dando sus puntos de vista sobre este artículo, han tenido un punto de concidencia, No quieren repetir la historia de sus padres, y lástimosamente lo están repitiendo, en algunos casos de manera indirecta, y otros muy directamente.
Aquí podemos ver en práctica la reflexión ¨Los Niños aprenden lo que viven¨, nosotros aprendimos lo que vivimos de niños, y sea bueno o malo, lo ponemos en práctica con nuestros hijos, creando un círculo, en algunos aspectos de este aprendizaje. Si escojemos repetir lo bueno, en hora buena, pero al hacer lo malo que aprendimos, estamos inculcando en ellos esa misma manera de disciplinar específicamente.
Creo que estos son 3 puntos claves, para poder mejorar la crianza y disciplina en casa. Trate de ponerlos en práctica. Por favor recuerde, la idea de lo que esperamos de nuestro jefe, cómo queremos que él o ella nos trate y nos guíe en el trabajo, y ponga esto a funcionar en casa con los hijos.
Pero sobretodo, nunca olvide que son NIÑOS, y como niños debemos tratarlos, aunque se sienta desesperado e iracundo, son niños que están aprendiendo de todo lo que los rodea, sobretodo de USTED.
Consecuencias:
Debemos saber y decirles que para todo hay consecuencias, pues muchas veces nuestros hijos van a aprender utilizando error – consecuencia (castigo). Debemos ser claros que siempre hay consecuencias de nuestros actos, habrá momentos en que la consecuencia será verbal, pero también puede ser una nalgadita.
Lo más importante de ese castigo para usted como padre o madre, que es la guía en el crecimiento de su hijo(a), es que cuando lo aplique, sea conciente, de que debe ser un método que le ayude a mejorar una conducta, que lo haga estando conciente y sobretodo que no lo haga con cólera, pues de nada sirve ningún castigo aplicado con cólera, o ira. Lo único que hará es herir no sólo física sino también emocionalmente, al no aplicar el castigo sabiamente.
Pídamos a Dios sabiduría, quién más que él que es el Padre por excelencia.
Bendiciones.
Andrea Carrillo de Contreras
Enviado por Nilda Alfonso
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