“Tengo una agenda que dice cómo quiero que sean las cosas cuando llego a
la casa”, declaró Camilo audazmente, durante una reciente sesión de consejería.
“No creo estar pidiendo mucho que los niños sean responsables.”
“Exacto”, dijo su esposa Sara, “cuando papá llega a la casa, los niños se
esconden. Me vuelve loca”.
Camilo y Sara han estado asistiendo a consejería por varias semanas porque
su forma de criar hijos está impactando su matrimonio.
“¿A qué se refiere?” le pregunté a Sara.
“Le tienen miedo. Los niños saben que papá tiene ideas sobre dónde deben
estar sus juguetes, cómo debe mantenerse su habitación, todo. Es terrible. Él
maneja la familia como si fuera un ejercito.”
Camilo miró a Sara fríamente. Ellos tienen una familia mezclada, entonces
ella estaba aun más preocupada por su hijo del primer matrimonio, que parecía
ser el que más sufría por la situación.
“Si tuvo un mal día, mi hijo es el perjudicado.”
Para defenderse, Camino dice: “Él tiene 16 años, y no hay motivo para que
deje su bicicleta en el patio o la patineta en el medio del camino”.
Eso no detuvo a Sara: “No les das tiempo de ser niños. Ese es nuestro gran
pleito: ¡la agenda de papá!”
He oído una historia similar varias veces, de todo tipo de familias. Estos
padres tienen ideas rígidas sobre cómo creen que deben ser las cosas; y causa
estrés en casa. Expectativas rígidas, fuertes consecuencias y comentarios
enojados crean un ambiente familiar tenso. Los matrimonios pueden ser
severamente impactados por dos tipos de crianza, en especial una que gobierna
la familia con autoridad extrema.
A continuación un correo de una madre que pasaba por algo parecido.
Estimado Dr. David:
No estoy segura de cómo empezar. Mi esposo creció en un hogar militar y
maneja nuestra casa de la misma forma. Él espera que nuestros hijos sean como
soldados, y los veo encogerse cuando lo ven llegar. Aunque él tiene un gran
corazón y los niños lo aman, también le temen. Le digo que sus acciones están
alejando a nuestros hijos, y él me da un montón de excusas. Él cree que no soy
muy estricta con ellos, mientras que yo creo que él es demasiado estricto. ¿Qué
puedo hacer para ayudarlo a ver que gobernar la familia con mano dura no va
ayudar los niños, sino lastimarlos?
1. Ser padres autoritarios y con restricciones se ha demostrado que crea
conformidad en los niños, pero restringe la creatividad.
Los niños de padres severos muchas veces se comportarán, pero luego se
rebelarán. La paternidad autoritaria muchas veces crea resentimiento y
rebelión. Aunque no se rebelen, la expresión creativa es limitada. Muchas veces
el otro padre se siente en necesidad de compensar esta severidad. Este estilo
de crianza nunca ha sido recomendado.
2. Padres punitivos muchas veces imitan lo que han aprendido.
Es común que los padres autoritarios digan: “No me lastimó a mí, entonces
no los lastimará a ellos”. Tristemente, esto es rara vez cierto. Sí les hirió,
aunque no estén en contacto con su dolor. Este tipo de padre necesita ayuda
para entender el impacto que tuvo la paternidad de sus propios padres sobre él.
3. Los papás punitivos necesitan comprender que hay otras formas más
efectivas para disciplinar y ser un padre para sus hijos.
La disciplina severa no se necesita. Los padres deben acudir a grupos de
apoyo, ya sea en Internet, iglesias o un grupo conocido en su localidad.
4. No traten de ser padres idénticos.
Mientras que un padre puede ser muy flojo y otro muy severo, si se mezclan
pueden encontrar un balance que beneficie a los niños. Un cónyuge puede
aprender del otro, y la meta debe ser complementarse uno del otro.
5. Nunca es tarde para cambiar sus estrategias.
Sus hijos no llegaron con un manual de instrucciones, así que aprender
viene de prueba y error. Los niños son increíblemente flexibles, y nunca es
tarde para intentar nuevas herramientas.
Escrito por el Dr. David Hawkins - Especialista en relaciones
interpersonales
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