Porque donde hay celos y contención, allí hay
perturbación y toda obra perversa. Santiago 3:16
¿Ha notado que el lugar
más fácil para ser egocéntrico es el hogar?
Hay cierto incentivo en
ser amable con los demás, pero con la familia tenemos la tendencia a
permitirnos algunos privilegios egoístas, como si ella no contara.
Antes de convertirme al
Señor, yo era más cortés y amable con mis amigos que con mi propia familia. Era
más exigente y menos misericordioso con mis seres queridos que con los demás.
Pero después de que
recibí al Señor Jesucristo como el Señor de mi vida, me di cuenta de que todo
eso tenía que cambiar. Al estudiar la Palabra, Gloria y yo comenzamos a
aprender lo importante que es la armonía en la familia. Aprendimos que si
queríamos que el poder de la unidad obrara en nosotros, no podíamos permitir la
contienda en nuestro hogar (véase Mateo 18:19).
La rencilla hace bajar el
escudo de la fe, impide la respuesta a la oración y le abre la puerta a Satanás
y a sus fuerzas. La discordia es mortal porque paraliza el poder de Dios en su
vida.
No permita la disensión
en su hogar para que el enemigo no le detenga en su propia puerta. Si permite
la disensión, usted no será una amenaza para él en ningún otro lugar.
Ponga el poder de la
armonía a actuar en su familia.
Santiago 3:16
Porque donde hay celos
y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
devocionalescristianos.org
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